Faraón era el gobernante de Egipto en la época del profeta Moisés (p). Faraón simboliza la vanidad, el egoísmo y la rebelión contra Dios. Según el Sagrado Corán, Moisés (p) y su hermano Harun (p), ambos mensajeros de Dios, tienen la tarea de ir al Faraón e invitarlo a adorar a Dios.
Los dos profetas tenían miedo de que Faraón lo rechazara y les hiciera daño.
"Dijeron: 'Señor, tememos su transgresión y rebelión contra nosotros'". (Surah Taha, versículo 45)
Bajo tales circunstancias, uno espera que cierto equipo o un grupo de personas lo ayuden ante tal amenaza. Sin embargo, Dios les tranquiliza: “Él (Dios) respondió: ‘No teman, yo estaré con ustedes, tanto para oír como para ver’” (Surah Taha, Versículo 46).
Tal tranquilidad muestra que los mensajeros de Dios y los fieles que recorren el camino de Dios pueden confiar en la fe y poner su confianza en Dios para hacer grandes cosas sin necesidad de preocuparse por peligros y daños.
La declaración “No temas, yo estaré contigo” es un estímulo para los que tienen una fe fuerte. Da tal fuerza a los creyentes que los libra de todo temor.
Haciendo hincapié en lo cerca que está de la humanidad, Dios dice en otro versículo: “Estamos más cerca de él que su misma vena yugular". (16 Sura Qaf)
En su Exégesis Noor del Corán, Mohsen Qara'ati destaca los siguientes puntos de estos versos:
1- Inspeccionar posibles problemas e impedimentos y tener miedo al futuro no son inusuales para los mensajeros de Dios. (“Dijeron: ‘Señor, tenemos miedo de…’)
2- La rebelión, la difusión de rumores y las acusaciones contra los hombres de Dios es lo que hacen los tiranos y los opresores frente a la verdad. (Señor, tememos su transgresión y rebelión contra nosotros.)
3- La fe en Dios y la creencia en la ayuda divina ayudan a animar a los creyentes. (Yo estaré contigo.)
4- Cuando le encomiendas una misión a alguien, debes darle motivación y aliento y proporcionarle lo que necesita. (yo estaré con ustedes, tanto para oír como para ver’)
5- La compasión y las bendiciones de Dios son para todos los seres humanos pero Él bendice a los mensajeros más que a otros.